Han pasado ya unos dias y poco a poco me voy
recuperando de todas las emociones vividas en Menorca. Hace ocho meses, octubre
2017, cuando decidi apuntarme a esta aventura dude mucho a la hora de realizar
la inscripción. Trail costa norte 100 Km? Trail costa sur 85 Km? O Trail Camí
de Cavalls 185 Km? Para mi era un reto, una nueva aventura que era consciente
que me supondria muchas horas de entreno. Finalmente la decisión fue clara, eso
si siempre con la ayuda de Txema, no podia rajarme ahora y habia llegado el
momento preparar algo grande, CAMÍ DE CAVALL 2018, 185 Km con 2800 metros de
desnivel positivo, en otras palabras LA VUELTA A LA ISLA DE MENORCA, casi nada.
No habia tiempo que perder y en octubre 2017 empeze una
preparación especifica para poder llegar en las mejores condiciones y tener
garantias de que podia cumplir mi reto.
Atrás han quedado 1500 Km en BTT y otros tanto
corriendo, ya sea por montaña que por asfalto. Salidas nocturnas con mis dos
compañeos de viaje, Txema y Pablo y competiciones duras como la Trencacims de Pauls
donde pude ver que avanzaba por el camino correcto.
Y por fin llego el dia, 18 de mayo de 2018, 8:30 AM,
Plaza dels Pins, Ciutadella. El ambiente es impresionante pero en la cara de
todos los corredores se podia ver los nervios del momento. Por delante mas de
30 horas de esfuerzo, sufrimiento y de ilusión con un solo objetivo: dar la
vuelta a la isla y volver de nuevo a Ciutadella. Mi objetivo muy claro, acabar.
Salí desde el primer momento con
Pablo, el seria mi compañero de viaje durante toda mi aventura, por detrás a
las 14,30 horas saldría Txema y si toda transcurría correctamente en el último
tramo de la trail nos juntaríamos los tres.
Cala Morell (16,5 km), (Cala
Pilar 32 km), Binimela.là (43,3 km) y Fornells (53 km).
Ya tenemos el primer
cuarto de isla recorrido, no estamos cumpliendo lo tiempos que nos habíamos marcados
pero lo importante es avanzar y seguir con paso firme, cosa que si estamos
haciendo. A partir de Fornells empieza mi calvario con las ampollas y que no me
dejaría tranquilo hasta la llegada. La planta del pie izquierdo me escuece
mucho, síntoma de que se está creando una ampolla, Pablo me deja unos calcetines,
me los cambio pero todo sigue igual. En el avituallamiento del Arenal (65,5 km)
la Mati me cura el pie y me pone “compeed”.
Arranco pero la molestia sigue,
mala señal, seguro que en breve tendré una ampolla y así fue. Decido dejar a
Pablo para llegar lo antes posible al avituallamiento de Favaritx y que la Cruz
Roja me haga una cura, allí nos reencontraríamos de nuevo y seguiríamos juntos.
Pero al llegar al avituallamiento me doy cuenta que no hay asistencia médica, solo
un botiquín con el que debo hacerme yo mismo la curas, mal voy. Sinceramente yo no me veía capaz de pincharme
la ampolla que me había salido y solicite la ayuda a un corredor que estaba en
la misma situación que yo, amablemente me peto la ampolla con una aguja y me
paso un trozo de hilo por dentro, corto el hilo y me puso de nuevo un “compeed”.
Con esto llegaras a Es Castell y allí hay asistencia médica, TIO ME SALVASTE LA VIDA, SIN TU CURA NO
HUBIERA PODIDO SEGUIR, MIL GRACIAS.
A la salida de Favaritx nos cae la
noche y hay que sacar el frontal. Es Grau (85,3 km) seguimos juntos con Pablo
con ganas de llegar a Es Castell allí tenemos la bolsa de vida y la asistencia médica.
Pasar por el puerto de Mahón me trae muchos recuerdos y eso hace que el dolor
sea más soportable (va por vosotros Ñaos). Por fin Es Castell (100 km) me
ducho, me cambio de ropa y rápidamente a las asistencias para que me curen las
ampollas, a estas alturas tengo también un pequeño roce en el pie derecho. El
cambio de bambas y la cura parece que me ha sentado bien pero el dolor persiste
y voy a tener que viajar con el hasta el final. Binibèquer (115 km) seguimos
avanzando de nuevo paso por una zona que me es muy conocida, Llucalary, aquí pase
unos meses durante mi estancia en Menorca, ayyy dichosa mili. Pero como he
dicho antes estos recuerdos me ayudan a olvidarme del dolor y centrarme en lo
que me interesa.
Y por fin la llegada a Cala’n
Porter (129,6 km) aquí pudo acabar mi aventura pero apareció como por arte de
magia Alfredo, mi salvación, GRACIAS TIO, QUE TENGAS MUY CLARO QUE SIN TI NO
HUBIERA ACABADO. Antes de comer algo fui a la Cruz Roja a curarme de nuevo las
ampollas, llevaba rato sin comer nada y me notaba algo flojo así que cuando sentí
el pinchazo en mi ampolla caí largo al suelo, lo que me faltaba, desmayarme
ahora a 50 km de la meta. Alfredo estuvo ahí todo el rato, me cuido, me trajo
bebida y comida y aviso a Pablo de que estaba medio grogui. Las ganas de
continuar eran tan grandes que no tarde en recuperarme eso si antes la Cruz
Roja tuvo que comprobar que mi nivel de azúcar y mi tensión estaban correctos.
Alfredo iba siguiendo a Isa, una corredora con la que luego compartiríamos algunos
km.
Con una nueva cura de mis
ampollas y un nuevo vendaje, el objetivo era seguir poco a poco e ir pasado
controles. La llegada a Sant Tomàs (144,4 km) fue emotiva, allí tenía de nuevo
a Mati esperándome y eso siempre te da un plus de fuerza.
Antes de salir del
avituallamiento vemos que llega Txema, bravo campeón nos has recuperado 6
horas. De nuevo el dolor de mis ampollas es muy fuerte, el último vendaje que
me pusieron no está siendo muy efectivo, me he tenido que desabrochar la bamba para
que la sangre circule correctamente por los dedos de mi pie, notaba muchos
pinchazos. Así que pongo rumbo Cala Galdana (155,5 km) esperando que de nuevo
encuentre un puesto de la Cruz Roja y me puedan hacer una cura que me sirva para
llegar a meta.
Por suerte voy a recibir mi última
cura y espero que esta sea la definitiva ya que no voy a encontrar más
asistencia médica. La persona que me atiende me lo dice muy claro “tu pie
necesita reposo”, NO, NI HABLAR, es mi respuesta, no he llegado hasta aquí para
quedarme a 30 Km de la meta, por favor haz todo lo que puedas para que pueda
llegar a Ciudadela. Os aseguro que lo hizo.
Directos a Son Saura (165,5 km)
ya solo nos queda un último control antes de llegar a meta. Todavía me queda alguna fuerza para correr, así
que empiezo a trotar y cuando me doy cuenta estoy a 700 metros del último
control. Tengo que esperar a Pablo así que me siento tranquilamente en un bar y
tomo una Estrella Galicia disfrutando del momento.
Cuando llega Pablo sigo con él y en 10 minutos estamos ya en Cap d’Artrutx (173,3 km). A partir de aquí pase un verdadero calvario, ¿Qué por qué? Pues no lo sé pero os puedo asegurar que en más de una ocasión me senté en el suelo con ganas de parar, estos últimos 11 Km se me hicieron eternos, lo siento Pablo por la paliza que te di y “gràcies Ramon, per aguantar també el meu rollo”. Por fin vemos la llegada y aquí lo dejo 36 horas 42 minutos y 14 segundos según dicen SOMOS LEYENDA.
Cuando llega Pablo sigo con él y en 10 minutos estamos ya en Cap d’Artrutx (173,3 km). A partir de aquí pase un verdadero calvario, ¿Qué por qué? Pues no lo sé pero os puedo asegurar que en más de una ocasión me senté en el suelo con ganas de parar, estos últimos 11 Km se me hicieron eternos, lo siento Pablo por la paliza que te di y “gràcies Ramon, per aguantar també el meu rollo”. Por fin vemos la llegada y aquí lo dejo 36 horas 42 minutos y 14 segundos según dicen SOMOS LEYENDA.
Gracias a todos los que durante estas 36 horas me mandasteis el más pequeño
aliento, os aseguro que me fue muy bien. Me sentí muy arropado prácticamente en
todos los avituallamientos, Irene, Paula y Rodrigo espectaculares los
encontrabas en todas partes, Gemma y Pol y claro como no podía ser de otra
forma a la Mati que a su manera también se recorrió la isla.
Gracias Pablo por poder compartir juntos esta aventura y gracias “nene” por
todos los consejos y todas las madrugadas que nos hemos pegado juntos entrenando,
al final nos pillaste cabronazo. Y POR ULTIMO, GRACIAS DE NUEVO ALFREDO, AUNQUE
TU NO LO CREAS TU AYUDA EN CALA’N PORTER FUE DETERMINANTE, ESPERO REENCONTRARME
PRONTO CONTIGO.
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